Desde que los gatos domésticos se hicieron populares, los propietarios han estado debating si es mejor castrar a sus mascotas o no. Aunque hay pros y contras para ambos lados, la mayoría de los especialistas en animales están de acuerdo en que hay un mejor momento para castrar a un gato.
Los gatos machos deben castrarse cuando son cachorros o jovenes. La castracion evita que el gato se marque el territorio con orina, tenga comportamientos agresivos y tenga hijos no deseados.
¿Cómo saber si tengo que castrar a mi gato?
Si tu gato es macho, entonces es posible que tengas que castrarlo. Si tu gato está teniendo problemas para marcar su territorio, o si está siendo agresivo con otros gatos, entonces castrarlo puede ayudar a calmarlo. Otras razones para castrar a un gato macho incluyen reducir el riesgo de enfermedades del tracto urinario, mejorar la salud general y reducir el número de gatos abandonados.
¿Qué pasa si no castro a mi gato macho?
No castrar a un gato macho puede ser peligroso tanto para el gato como para el dueño. El gato puede sufrir de enfermedades testiculares y prostáticas, y también puede ser más agresivo. El gato también puede marcar su territorio con orina, lo que puede ser muy molesto para el dueño.
¿Qué es mejor castrar o esterilizar a un gato macho?
Hay pros y contras para ambas opciones. Castración significa extirpar los testículos, lo que impide que el gato produzca esperma. Esterilización significa extirpar los testículos y los ovarios, lo que impide que el gato produzca esperma y que las hembras tengan gatitos.
Castración tiene varios beneficios. Los gatos castrados tienen menos probabilidades de marcar su territorio (urinando en los muebles o en otros objetos), y también tienen menos probabilidades de escaparse de casa para buscar a una compañera. Los gatos castrados también son menos propensos a desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de testículo.
Esterilización tiene el beneficio adicional de evitar el embarazo en las hembras. También se cree que puede reducir el riesgo de que los gatos desarrollen ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de ovario.
En general, castración es la opción más común para los gatos machos, ya que es más segura y tiene menos efectos secundarios.
Según los expertos, la castración de un gato macho se debe realizar entre los 4 y 6 meses de edad. Esto se debe hacer para evitar que el gato se reproduzca, y también para reducir el riesgo de que el gato desarrolle ciertos problemas de salud.
Los gatos machos deben ser castrados a los tres o cuatro meses de edad, antes de que comiencen a marcar su territorio.