Todos los gatos son diferentes y algunos son más tolerantes al frío que otros, pero si tu gato está pasando más tiempo que de costumbre en un lugar caliente, es posible que esté teniendo frío. A continuación se mencionan algunas de las formas en que puedes saber si tu gato tiene frío.
Si el gato está temblando, tiene la piel fría al tacto o está buscando refugio del frío, es probable que esté teniendo frío. Otros signos de que el gato tiene frío son que está inactivo, no tiene apetito y está letárgico.
¿Qué hacen los gatos cuando tienen frío?
Los gatos cuando tienen frío se acurrucan para conservar el calor y a menudo se cubren con su cola. También pueden lamerse para producir saliva, que les ayuda a enfriarse.
¿Cuándo empiezan a sentir frío los gatos?
Los gatos comienzan a sentir frío a medida que disminuye la temperatura ambiente. Aunque algunos gatos pueden tolerar temperaturas bajas mejor que otros, todos necesitan un lugar cálido para refugiarse cuando hace frío. Al proporcionar a tu gato una casa o caja fuera de la intemperie, asegurándote de que haya un lugar cálido para que se acurruque dentro de tu casa y alimentándolo con una dieta balanceada, puedes ayudar a mantenerlo a salvo del frío.
¿Cómo sienten el frío los gatos?
Los gatos sienten el frío de la misma manera que nosotros, aunque tienen algunas adaptaciones que les ayudan a soportar el clima más frío. Su pelaje es más espeso en invierno, lo que les permite aislarse mejor del frío. También tienen una capa de grasa debajo de su pelaje que les ayuda a mantenerse calientes. Sin embargo, aunque los gatos pueden soportar el frío mejor que nosotros, también pueden enfriarse si están expuestos por mucho tiempo. Por esta razón, es importante asegurarse de que tu gato tenga un lugar caliente y seguro para refugiarse del frío, como una casa o una caja de cartón.
Para saber si tu gato tiene frío, pon una mano en su vientre. Si está templado o tibio, entonces está bien. Si su vientre está frío, entonces necesita un abrigo.
Para saber si el gato tiene frío, puedes observar si está temblando o si tiene la piel de los extremos (patas, orejas, etc.) fría al tacto. También puedes intentar acariciarlo y ver si reacciona de manera normal o si se muestra indiferente. Si crees que tu gato puede tener hipotermia, llévalo al veterinario de inmediato.